
Vivimos en un mundo donde todos los estímulos que recibimos se focalizan en conseguir vivir bien, ser felices y huir a toda costa de situaciones incómodas o de pasarlo «mal».
Después de los 2 primeros maravillosos meses de purpurina y arcoíris van a surgir conflictos en la relación y por tanto vas a conectar con emociones un tanto incómodas y desagradables.
Si empiezas a construir una relación de pareja pensando que la única forma de saber si es el amor de tu vida o no es que todo lo que vaya sucediendo a vuestro alrededor sea aparentemente «perfecto», ya te has perdido.
Las bases de una relación sólida y duradera se encuentran en la comprensión que tengas de tu naturaleza emocional y en tu nivel de consciencia respecto a los patrones relacionales que se activan en ti cuando interactúas con la otra persona.
Haciendo un trabajo profundo de autoconocimiento que te permita relacionarte con tu pareja desde la libertad de sentir lo que necesites sentir en cada momento, puedes conseguir crear un vínculo de verdadera conexión e intimidad emocional en tus relaciones.
La clave: entrenar tu capacidad de autorregulación emocional y aprender a hacerte cargo de poner en valor, por ti misma, tus necesidades emocionales.